Gallo pinto o Rice and Beans
Como he dicho antes, mi comida ni es sofisticada ni elegante. Es comidita casera deliciosa preparada con mucho amor para mi familia pero sobre todo, con mucha pasión por la cocina.
Vivo mi vida con pasión. No sé vivirla de otra forma. La vivo con intensidad y la vivo rápido. Solo tengo esta oportunidad de vivir, este momento y este lugar. No sé cuándo se acabará ni me concierne saberlo. Estoy aprendiendo, finalmente, a tomar un día a la vez y vivirlo al máximo. Para muchos, vivir al máximo en nada se parece a lo que yo hago: trabajar, cocinar y publicar un blog de cocina y manejar dos horas cada fin de semana para estar solo dos días con mi querida familia y otras dos horas de regreso para trabajar una semana más y de vez en cuando salir a dar una vuelta por ahí en lo que se convertirá en una pequeña aventurita... manejar peligrosamente a altas velocidades que me encanta tanto... conocer el volcán o andar en motocicleta... pero así me tocó a mí y me gusta lo que hago.
Mi pasión por la vida la pongo en mi cocina cada vez que tengo la oportunidad, el honor y privilegio de cocinar para mi familia. Pocas cosas me dan tanto placer como cocinar para mi familia y que ellos en retribución coman con placer y les guste lo que con tanto amor preparé para ellos.
No se equivoquen conmigo, hay ocasiones en las que estoy muy cansada o simplemente tengo 'pega mental' y nada de deseos de cocinar. En esos días me siento de brazos cruzados y le toca a mi esposo consentirme, ya sea cocinando él mismo o pidiendo una pizza o comida china que tanto me encanta. El que yo ame a mi familia y disfrute de la cocina no quiere decir que me considere su esclava y no me victimizo tampoco. Si no quiero cocinar, ahí que vean ellos como le hacen.
El gallo pinto o rice and beans, otro plato que tiene como ingrediente principal la pasión por la vida y el buen comer, es un plato tradicional centroamericano pero es el plato típico de Costa Rica (mi segunda patria querida) y aquí no hay salsa Lizano (sip, no me están patrocinando pero ni modo, me toca mencionarlos) así que tengo que prepararlo en mi estilo que ha sido copiado un poco de aquí y un poco de allá. Pero todos los países centroamericanos tienen su propia receta de esto. Asumo que todos mis amigos saben prepararlo, lo estoy publicando simplemente porque dije que no daría por sentado que alguna receta, por sencilla que me pareciera a mí, la supieran cocinar los demás.
Yo supuse que mis hijos, que suelen verme cocinar, sabían preparar esto pero resulta que no, asi que aunque solo sea por ellos, aquí les va:
INGREDIENTES:
2 tazas (aprox) de arroz blanco ya cocido del día anterior
2 tazas (aprox) de frijoles rojos ya cocidos del día anterior
1 chile dulce picado en trocitos
1 ramita de apio picado en trocitos
1 cebolla grande picada en trocitos
1/2 chile habanero verde, desvenado y sin semillas finamente picado. No recomiendo el habanero maduro, es demasiado picante. En su defecto, un chile jalapeño cortado en trocitos con todo y semillas.
5 dientes de ajo, picados
1 puñito de perejil liso, picado
2 cucharas de aceite
sal y pimienta al gusto
*El gallo pinto SIEMPRE resulta mejor si el arroz y los frijoles son del día anterior. Cuando se hacen con el arroz de ese mismo día o preparado exclusivamente para gallo pinto, no sale bien. Queda pegajoso. Igual fiasco es con frijoles recién cocidos, el caldo de los frijoles aun no ha espesado y, aunque el arroz sí sea del día anterior, no queda bien, así que tómenlo en cuenta la próxima vez que hagan arroz blanco: hagan suficiente para que sobre y lo guardan bien tapado en la refri.
PROCEDIMIENTO:
3) En este punto agregamos los frijoles con todo y caldo (no mucho caldo tampoco) y lo revolvemos todo muy bien. Lo dejamos estar hasta que se consuma el caldo.
*Sugerencia: el arroz cocido en leche de coco es el ideal para el gallo pinto.
Listo! Que les aproveche!
Vivo mi vida con pasión. No sé vivirla de otra forma. La vivo con intensidad y la vivo rápido. Solo tengo esta oportunidad de vivir, este momento y este lugar. No sé cuándo se acabará ni me concierne saberlo. Estoy aprendiendo, finalmente, a tomar un día a la vez y vivirlo al máximo. Para muchos, vivir al máximo en nada se parece a lo que yo hago: trabajar, cocinar y publicar un blog de cocina y manejar dos horas cada fin de semana para estar solo dos días con mi querida familia y otras dos horas de regreso para trabajar una semana más y de vez en cuando salir a dar una vuelta por ahí en lo que se convertirá en una pequeña aventurita... manejar peligrosamente a altas velocidades que me encanta tanto... conocer el volcán o andar en motocicleta... pero así me tocó a mí y me gusta lo que hago.
Mi pasión por la vida la pongo en mi cocina cada vez que tengo la oportunidad, el honor y privilegio de cocinar para mi familia. Pocas cosas me dan tanto placer como cocinar para mi familia y que ellos en retribución coman con placer y les guste lo que con tanto amor preparé para ellos.
No se equivoquen conmigo, hay ocasiones en las que estoy muy cansada o simplemente tengo 'pega mental' y nada de deseos de cocinar. En esos días me siento de brazos cruzados y le toca a mi esposo consentirme, ya sea cocinando él mismo o pidiendo una pizza o comida china que tanto me encanta. El que yo ame a mi familia y disfrute de la cocina no quiere decir que me considere su esclava y no me victimizo tampoco. Si no quiero cocinar, ahí que vean ellos como le hacen.
El gallo pinto o rice and beans, otro plato que tiene como ingrediente principal la pasión por la vida y el buen comer, es un plato tradicional centroamericano pero es el plato típico de Costa Rica (mi segunda patria querida) y aquí no hay salsa Lizano (sip, no me están patrocinando pero ni modo, me toca mencionarlos) así que tengo que prepararlo en mi estilo que ha sido copiado un poco de aquí y un poco de allá. Pero todos los países centroamericanos tienen su propia receta de esto. Asumo que todos mis amigos saben prepararlo, lo estoy publicando simplemente porque dije que no daría por sentado que alguna receta, por sencilla que me pareciera a mí, la supieran cocinar los demás.
Yo supuse que mis hijos, que suelen verme cocinar, sabían preparar esto pero resulta que no, asi que aunque solo sea por ellos, aquí les va:
INGREDIENTES:
2 tazas (aprox) de arroz blanco ya cocido del día anterior
2 tazas (aprox) de frijoles rojos ya cocidos del día anterior
1 chile dulce picado en trocitos
1 ramita de apio picado en trocitos
1 cebolla grande picada en trocitos
1/2 chile habanero verde, desvenado y sin semillas finamente picado. No recomiendo el habanero maduro, es demasiado picante. En su defecto, un chile jalapeño cortado en trocitos con todo y semillas.
5 dientes de ajo, picados
1 puñito de perejil liso, picado
2 cucharas de aceite
sal y pimienta al gusto
*El gallo pinto SIEMPRE resulta mejor si el arroz y los frijoles son del día anterior. Cuando se hacen con el arroz de ese mismo día o preparado exclusivamente para gallo pinto, no sale bien. Queda pegajoso. Igual fiasco es con frijoles recién cocidos, el caldo de los frijoles aun no ha espesado y, aunque el arroz sí sea del día anterior, no queda bien, así que tómenlo en cuenta la próxima vez que hagan arroz blanco: hagan suficiente para que sobre y lo guardan bien tapado en la refri.
PROCEDIMIENTO:
1) A fuego medio y en un sartén grande se ponen los chiles, cebolla, apio, perejil y ajos a sofreír. Apenas por unos 2 minutos moviendo constantemente para que no se nos quemen.
2) Luego agregamos el arroz y lo revolvemos muy bien con los ingredientes, dejamos que se sofría solo hasta que empieza a 'tronar' un poco.
*Sugerencia: el arroz cocido en leche de coco es el ideal para el gallo pinto.
Listo! Que les aproveche!
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