Tiritas de pechuga en salsa blanca con romero
Qué ironía que siendo la carne de res mi carne favorita, aparento tener las mil y una formas de cocinar pollo y no he publicado ninguna receta de res hasta el momento en mi blog!
Y faltan más recetas de pollo aún!
En parte esto se debe a que mi hija menor, se autodenomina 'cowtarian' o 'vacatariana' implicando, según ella explica, que no come carne de res. Mi hija menor es la consentida así que, lo que la niña quiera comer, es lo que la madre le prepara.
Pues bien, esta es una de las recetas de pollo favoritas de mi nena consentida y espero también les guste a UDS.
INGREDIENTES:
2 1/2 libras de pechuga de pollo (aproximadamente)
6 dientes de ajo machacados y pelados
3 cucharas de margarina
2 cucharas de harina de trigo
2 tazas de leche tibia
1 cuchara de romero seco
1 puñito de perejil liso picadito *OPCIONAL
sal y pimienta
PROCEDIMIENTO:
1) Se lavan bien las pechugas y se cortan en tiritas del grosor de un dedo o unos 2 cms y se les pone sal y pimienta al gusto.
2) En un sartén se pone la margarina a derretir, a fuego lento y se le ponen los ajos y el romero a freír. Retiramos el ajo, para que no se nos queme, e inmediatamente colocamos las tiritas de pollo en la margarina caliente con el romero para dorarlas ligeramente y que adquieran todo ese sabor.
3) Luego que hemos dorado todas las tiritas por todos los lados, los colocamos en un recipiente por aparte y procedemos a preparar la salsa blanca.
4) Echamos la harina de trigo al sartén con margarina caliente y con un cucharón de madera revolvemos muy bien. Recogemos bien todo lo que haya quedado en el sartén para agregar al sabor y seguimos revolviendo bien la harina. Se verá como una pasta pero eso no importa. Solo lo haremos unos 90 segundos para que la harina se cocine un poco y no nos deje ese sabor desagradable en la salsa.
5) Agregamos la leche tibia poco a poco mientras revolvemos bien nuestra pasta harinosa e incorporamos bien todo. Es importante que la leche esté tibia. Si está fría, puede suceder que al agregarla a la pasta harinosa, provocamos que todo baje la temperatura y se nos apelote la harina. Créanme, no querrán grumitos de harina en su salsa. Esta misma razón es también la que nos sirven para saber que debemos echar la leche poco a poco.
6) Cuando hemos mezclado bien toda la lecha, colocamos las piezas de pechuga de nuevo en la sartén y podemos devolverle los ajos para que nos proporcionen todo el sabor. Aumentamos el fuego a fuego medio, tapamos y dejamos que se terminen de cocinar...aproximadamente unos 10 minutos.
7) Cuando esté cocido nuestro pollo, apagamos la estufa, probamos la salsa y rectificamos la sal y pimienta de ser necesario y le echamos el perejil picado y revolvemos bien. *Con las salsas tengo el cuidado de probarlas al terminar de cocinar para rectificar la sal y pimienta. No lo hago antes, porque al ir espesando también se va evaporando y, si tengo mucha sal desde el principio, me puede quedar salada. Odio la comida salada.
Listo! Sírvase con arroz o papa horneada y deliciosa ensalada fresca. Buen provecho!
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